Central nuclear de Embalse - Córdoba - Argentina


La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) informó que la provincia de Córdoba "no está preparada para el peor accidente posible que pudiera tener la central nuclear de Embalse, esto es, un evento clasificado como 7 en la escala del INES” (1). Lo ocurrido en Chernobyl fue grado 7 y lo que sucede actualmente en Fukushima, Japón, es grado 4.


"La central de Embalse está localizada sobre una falla geológica y puede verse afectada por fuertes movimientos sísmicos. La provincia, de Oeste a Este, tiene tres franjas de actividad sísmica: 2 (moderada), 3 (reducida) y 4 (muy reducida). En cuanto al reactor nuclear y su depósito de combustible nuclear agotado, también altamente radiactivo, pueden sufrir el impacto accidental de un avión comercial de gran porte o ser blanco de acto terrorista", señaló FUNAM.

El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, indicó que el gobernador Juan Schiaretti "no respondió los planteos urgentes que le presentó FUNAM en noviembre del año pasado". Anticipó que podría haber "una nueva denuncia penal contra el gobernador y contra el Secretario de Ambiente Raúl Costa".

Montenegro calificó de "extremadamente grave" lo que ocurrió en la provincia "porque se decidió prolongar 25 años la vida útil de Embalse sin previo Estudio de Impacto Ambiental y sin Audiencia Pública. Cuando se trata de tecnologías que en caso de accidente o acto terrorista pueden hacer colapsar la salud de miles de personas y toda la economía de una provincia deben hacerse largos estudios previos, debatir los resultados con la comunidad y sus instituciones y sobre todo respetar la ley. Es la sociedad la que debe decidir, no funcionarios irresponsables". Aclaró que la provincia "dejó en manos de la nación todos los controles" y que la central "nunca informó adecuadamente sus fallas y accidentes" [ver abajo listado de accidentes de Embalse].

Agregó que el reactor de Embalse "ya ha sufrido numerosos incidentes y accidentes [ver abajo la lista de accidentes], la mayoría de los cuales fueron informados por FUNAM, y luego reconocidos por CNEA y NASA" (2). Recordó que los reactores Candú "tienen fallas inherentes a su diseño y que el riesgo es doble, por los materiales radiactivos contenidos en el corazón de la central, y por el combustible nuclear agotado, extremadamente peligroso, que se almacena en el mismo predio y en estructuras que no resistirían, por ejemplo, el impacto de grandes aviones comerciales. El combustible nuclear agotado acumulado hasta hoy en Embalse equivale a varios Chernobyl" (3).

El pasado 26 de noviembre de 2010 FUNAM conminó por nota al gobierno de Córdoba para que impida esa extensión de la vida útil de Embalse por 25 años, apruebe un Plan Ciudadano que permita a los habitantes de la provincia poder protegerse del peor accidente nuclear y se realicen simulacros en todas las ciudades de la provincia. "Hasta ahora los simulacros solo se hacen en un radio de 10 kilómetros alrededor de la central nuclear y para un accidente menor, no para el peor accidente posible", sostuvo el Dr. Raúl Montenegro.

FUNAM le había entregado al gobernador Juan Schiaretti un Plan Ciudadano ya elaborado y le fijó plazos para que ese plan u otro que el gobierno proponga "sea aprobado y la población no siga como hasta ahora, desinformada e indefensa".

"Lamentablemente", indicó Montenegro, "el gobernador ignoró los plazos y ni siquiera respondió nuestros planteos. A partir de ahora lo hacemos directamente responsable por las consecuencias que pudiera tener un accidente en la central nuclear de Embalse. No hizo que se monitorearan las actividades de la central, ni contribuyó a que la población esté preparada para enfrentar el peor accidente posible".

Al referirse a las repercusiones de lo sucedido en Japón, Montenegro sostuvo que "es la primera vez en toda la historia nuclear del ser humano que un país sufre graves colapsos en muchas centrales al mismo tiempo". Agregó que "los graves hechos de Fukushima, Tokai y Onagawa son una dramática luz roja. Si ocurrió en Japón, con sistemas sofisticados de prevención y una población preparada, es preferible no imaginar lo que ocurriría en Córdoba con Embalse tras un accidente grado 7, y un gobierno que mira hacia otro lado".

Consultado sobre el tiempo de acción de los residuos radiactivos descargados desde las centrales nucleares indicó que "los residuos radiactivos de alta actividad incluyen decenas de radioisótopos, muchos de ellos con vidas medias muy largas. En el caso del cesio 137, que tiene una vida media de 30,2 años, el riesgo puede estimarse multiplicando esa vida media por diez, es decir 3 siglos. El combustible agotado de las centrales nucleares es peligroso por más de 150.000 años". Agregó que "está científicamente demostrado que no hay ningún valor inofensivo de radiación ionizante. Los criterios Beir VIII lo han establecido con claridad (5). Incluso los niveles naturales de radiación implican riesgo. Por eso cualquier aumento artificial de ese fondo lo aumenta. Es lo que está sucediendo en este momento en Japón, sobre todo en los reactores 1 y 3 de Fukushima".

(1) Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, que va de 0 a 7.
(2) CNEA: Comisión Nacional de Energía Atómica.
(3) NASA: Nucleoeléctrica Argentina S.A.
(4) Candu: "Canada Deuterium uranium".
(5) Beir: Comité sobre los Efectos Biológicos de la Radiación Ionizante.

ALGUNOS ACCIDENTES E INCIDENTES SUFRIDOS POR LA CENTRAL NUCLEAR DE EMBALSE

30 de junio de 1983. La central nuclear de Embalse sufrió lo que se considera el peor accidente registrado por una instalación de este tipo en Argentina. Aunque no hubo descarga de material radiactivo el accidente delató fallas en el diseño, errores humanos y deficiencias en los manuales de operación. El accidente se mantuvo en secreto hasta 1987.

Agosto de 1987. Embalse descargó 790 kilogramos de agua pesada contaminada con materiales radiactivos al lago. Lo difundió FUNAM.

Diciembre de 1987. Pérdida de agua pesada contaminada radiactivamente. Embalse, Argentina (Ver: "Nucleonics Week", US, 17 de Diciembre de 1987).

21 de diciembre de 1987. Fallas técnicas en la central. Entre ellos problemas de válvulas (ver Nucleonics Week, 21/12/89; WISE 326/7, 9/2/1990)

30 de mayo de 1989. FUNAM denunció que a las 11:45 horas aproximadamente se abrió una válvula de seguridad que descargó gran cantidad de vapor (en principio sin carga radiactiva). El ruido alarmó a los habitantes de la zona.

12 de diciembre de 1995. Pérdida de agua pesada contaminada con materiales radiactivos. Se descargó al lago de Embalse. Fue un incidente grado 2 en la escala del INES. Lo difundió FUNAM.

18 de diciembre de 1995. Incidente grado 2 en la escala de INES. Daños en tubos de presión (ver: www.ecology.at/nni/site.php).

29 de junio al 7 de julio de 1996. La central sufrió una grave contaminación con tritio 3 radiactivo. Hubo dispersión en el interior de la planta, se descargaron más de 300 metros cúbicos de agua contaminada con tritio 3 al lago de Embalse y se contaminó el servicio interno de agua potable. Nunca se conocerá con precisión la dosis que recibieron algunos operarios. La reparación recién comenzó 22 días después de aparecida la falla. Aunque se mantuvo en secreto, FUNAM obtuvo los datos e hizo conocer el grave suceso a la opinión pública. Estos son, sin embargo, apenas dos ejemplos de una larga lista de incidentes graves que tuvo y sigue teniendo la central, y que nunca se informaron debidamente a la población. Una y otra vez la gente conoció lo que allí sucedía gracias a la infidencia de personal del reactor e informes de organizaciones ambientalistas.

23 de junio de 1999. FUNAM difunde datos de la propia CNEA que muestran altos valores del material radiactivo tritio 3 en las aguas del embalse de Río Tercero y agua potable que reciben los pobladores. Los reactores Candu son grandes productores de tritio 3. Los valores de tritio 3 en las aguas del Embalse eran 32 a 520 veces más altos que los del río Paraná en Buenos Aires. Los del agua potable, en tanto, 34 a 367 más altos que los encontrados por CNEA en agua subterránea a 5 km de Atucha I.

13 de octubre de 2003. FUNAM solicitó se investigue la fuga de agua pesada desde la central nuclear de Embalse. La central "habría tenido problemas con uno de sus generadores de vapor". La central nuclear había sido detenida una semana antes.

8 de junio de 2005. Pérdida de agua pesada contaminada con materiales radiactivos. Se descargó al lago de Embalse. Lo difundió FUNAM [la lista continúa].

Fuente: FUNAM

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