Paso 1
Gracias por estar. No lo lamentarás, te lo prometo.
Comencemos con unos cuantos "ejercicios" que ya han demostrado en otros casos que pueden servir para
sentirse mejor.
1) ¿Qué cosas siempre quisiste hacer y nunca te atreviste? ¿Por qué no haces una lista de esas cosas y vas rompiendo cada uno de esos tabúes?
Siempre te has movido en una zona conocida, a la que muchos llaman
"zona de comodidad", evitando tomar decisiones o realizar acciones que supones "incómodas" porque hacen que sientas
vergüenza,
temor,
inquietud... Prueba, y notarás que no eran para tanto. Siempre pudiste hacerlas pero nunca te animaste. Anímate. Verás como tu actual "zona de comodidad" se amplía hasta donde tú quieras.
2) ¿Usas tus sentidos plenamente? ¿Tocas, miras, saboreas, hueles, escuchas al máximo posible? En general, mientras estás ocupada "desconectas" sus sentidos para no distraerte. Pero te pierdes de disfrutar de miles de sensaciones que están a tu alrededor. Toca, acaricia, aprieta, siente los sabores, analiza los aromas, ve con atención cada detalle, concéntrate en los sonidos del mundo que te rodea.
3) Cuando notes que alguien está haciendo algo bien, sea un conocido o un desconocido, acércate y díselo con toda sinceridad. Verás que la mayoría de la gente es mucho más agradable que lo que supones hoy. Y no será porque la gente haya cambiado sino porque tú habrás cambiado.
4) ¿Es necesario ser rica para
disfrutar de las mejores cosas?
No siempre. Las mejores cosas no tienen un precio en dinero, no se compran sino que se ganan. Pero hay pequeñas cosas de bajo costo que sí podemos comprar para regalar a una persona querida, manifestándole con ella nuestro afecto. Y hay también cosas como ésas que no debes privarte de comprar para regalártelas tu misma, para demostrarte que te quieres mucho.
5) ¿Alguna vez compraste algo valioso para guardarlo para el
futuro?
¿Y te diste cuenta que hoy es el futuro de ese día en el que lo compraste?
Es hora de sacarlo de su escondite y comértelo, fumártelo, bebértelo, usarlo o lo que sea. Si has acumulado algún tesoro para el mañana, recuerda que el mañana tiene que hacerse alguna vez hoy, para que puedas disfrutarlo.
6) ¿Dudas cada vez que tienes que tomar alguna
decisión? ¿Consultas a todo el mundo y luego tratas de dilatar el asunto para no tener que elegir una
opción? ¿Por qué crees que cualquier otro sabe mucho más que tú acerca de cualquier cosa? Escucha a todos, pero también anímate a dejarte llevar por tus
sentimientos e
intuición. Si te equivocas, hazlo por ti misma, y no por hacer caso de opiniones, sentimientos o intuiciones ajenos.
7) ¿Sentiste en algún momento que debías hacer una cosa ya mismo? ¿Notaste una especie de excitación que parecía impulsarte a actuar cuando no había un motivo racional para hacerlo? Eso pasa de vez en cuando. La próxima vez, cuando sientas que quieres hacer algo, hazlo. No analices las desventajas de hacerlo, sino solamente las ventajas. No te pidas permiso: dátelo. Tendrás que afrontar las consecuencias por lo que hagas, pero también tendrías que afrontar las consecuencias por no haberlo hecho. Piensa lo suficiente, no más, y
actúa. Recuerda que existe la "parálisis por análisis", es decir, no hacer nada por pensar demasiado cada acción a realizar.
Recuerda que tú puedes vivir sin cualquiera menos sin ti.
Ámate profundamente.
Cuídate. Busca tu
felicidad con fuerzas. Quien no es feliz no puede hacer feliz a nadie. Para poder dar algo, antes hay que tenerlo.
En fin, antes de proseguir este camino que emprendimos juntos, "haz tu fiestita", con lo que siempre deseaste pero nunca te animaste a tener. Y luego acompáñame en el paso siguiente, porque vamos a seguir hablando sobre el tema más importante del mundo: tú.
¡Continúa! Solo faltan 14 pasos más y lo lograrás.
Es mi deseo para la hermosa vida en plenitud que te espera
Daniel.