Una nota de Delfina Acosta
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¿Qué trajo a los españoles al Paraguay? ¿Qué circunstancias los llevaron a embarcarse rumbo a nuestro país?
Me refiero a los ilustres, a aquellos que sembraron un camino largo e iluminado en su paso por el mundo. Algunos se hicieron prósperos comerciantes, otros entraron en la arena política a través de periódicos y revistas. Por supuesto, sufrieron persecuciones, pues los tiempos en que se atrevieron a expresarse eran radicales y hasta se diría crueles. Muchos dejaron descendientes que honraron con creces la literatura, el teatro, el periodismo. Españoles ilustres en el Paraguay se llama el libro escrito por Pedro Gamarra Doldán con la colaboración de la escritora Montserrat Álvarez. El material literario fue publicado por Aguilar, que pertenece al grupo Santillana/Prisa ediciones.
De entrada nomás, vale decir en la Introducción, Pedro Gamarra Doldán cuenta que el primer Doldán que llegó a nuestros lares fue un marino español de origen irlandés que traficaba entre Buenos Aires y Asunción. A partir de la independencia de 1811, debió permanecer hasta su muerte en el país. El Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia lo tenía bajo estricta supervisión, aparte de obligarlo a tributar frecuentemente. Fueron tantos el apremio y la persecusión que una rama de la familia cambió el apellido por Roldán. Y cita el autor del texto, como ejemplo, al célebre aviador Silvio Pettitossi Pereira Roldán.
Un ilustre entre los ilustres que llegó a nuestra tierra ha sido, sin lugar a dudas, don Victorino Juan Ramón Abente y Lago. Una vez instalado en Asunción, se entregó de lleno a la creación poética. El estilo literario de don Victorino Abente y Lago guarda relación con el segundo tramo del romanticismo paraguayo, que comienza con la posguerra y el posromanticismo, según se desprende de la lectura del material ahora comentado.
Don Samuel Aiguadé Soler, nacido en Tarragona, ha venido a vivir en el Paraguay. Sus descendientes se dedicaron al comercio. Pero no lo hizo así el recordado compañero de tareas del diario ABC, Jorge Aiguadé. Valga la oportunidad para pasar lista a sus muchas habilidades: fue director de teatro, narrador, poeta, crítico teatral, literario y cinematográfico.
El doctor Cristóbal Campos y Sánchez se radicó en el Paraguay en 1877. Fue su hijo el poeta y periodista Hérib Campos Cervera, quien contrajo nupcias con la hija de don Viriato Díaz-Pérez. De esa unión nació Hérib Campos Cervera, autor del magnífico poemario Ceniza redimida y quizás uno de los mejores exponentes de la poesía paraguaya.
Hombre de ideas apasionadas, el doctor Cristóbal Campos y Sánchez sacó a la luz en 1887 un libro en el que fustigaba a Bernardino Caballero, presidente del país por esa fecha. Comprensiblemente, usó para el efecto un simpático seudónimo “Perico de los Palotes”. Tuvo un trágico fin, sin embargo. Fue víctima de una emboscada. ¿Quiénes lo asesinaron? Nunca se supo.
El capitán José María de Nestosa y Garibay, nacido en Alcabendas, en 1873, también dejó la patria de Cervantes para radicarse en nuestro suelo. Usando el seudónimo de “Marciano” publicó crónicas jocosas en verso. Fue además autor de obras de teatro. Es el abuelo del notable escritor, crítico y periodista Jesús Ruiz Nestosa.
El gran Viriato Díaz-Pérez nació en una familia calificada de culta y distinguida. O sea, que la prosapia dio lustre a su apellido. Con el título de doctor en Filosofía y Letras obtenido en la Universidad de Madrid, llegó a nuestro suelo en 1906. Se encargó de organizar el círculo literario “La Colmena”, que atrajo a figuras de gran talla como Juan E. O’Leary, Rafael Barrett, Manuel Domínguez, Carlos R. Centurión, Fulgencio R. Moreno, Arsenio López Decoud, Modesto Guggiari, Juan Silvano Godoy y otros más.
Don Isidro Ferrer, oriundo de Cataluña, se radicó en nuestro país en 1915. De su unión con René Alfaro nació la notable escritora Renée Ferrer.
También honraron con su presencia nuestra patria el padre César Alonso de las Heras, y Rafael Barrett, un coloso de las letras.
Doña María Josefina Plá Guerra Galvani (Josefina Plá) vino al Paraguay en 1926. Su presencia en nuestro país dio gloria a las letras paraguayas. Su talento la llevó a ser periodista, prosista, poetisa, autora de obras de teatro, ensayista, crítica literaria. No creo equivocarme mucho al decir que ella es tan grande como Gabriela Mistral.
4 de Diciembre de 2011
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