Cuando alguna vez, maestra,
ya no estés frente a los chicos,
y te encuentres recordando
esas mañanas de invierno,
bufandas, orejas frías,
sanmartines y sarmientos,
divisiones por dos cifras,
predicados y sujetos,
también traé a tu memoria
el beso de despedida
de tu alumno más inquieto,
más rebelde y desprolijo,
que en su corazón te lleva
por el resto de su vida.
Daniel Aníbal Galatro
Villa Tranquila - Ensenada
Prov. de Buenos Aires
Año 2000
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