Hablando en "argentino" - 2
Veníamos tratando en la nota anterior las particularidades del habla de los argentinos en lo que hace a su "personalización" de la "lengua antañona y recia de Castilla" (diría José María Pemán).
Y para completar algo más las características fónicas, mencionemos que en el caso de algunas provincias tales como Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y Salta, cada una acentúa en sílabas preferenciales, cambia la cantidad de vocales, las abrevia o las alarga, todo eso que constituye el "cantito" que identifica al hablante como si tuviese un sello en la frente que señala su procedencia.
Pero en el aspecto sintáctico también encontramos curiosidades a destacar.
Se usa poco el pronombre personal "tú" (no como los uruguayos que lo mantienen vivo). En cambio, la segunda persona del singular pasa a ser "vos", residuo del antiguo "vosotros". Entonces decimos "vos tenés", "vos estudiás", etc. Y el "vosotros" de la segunda persona del plural se convierte en "ustedes", curioso plural del "usted" de cortesía que se mantiene en el singular.
Un argentino no dice "yo saldré" sino "voy a salir", algo así como el futuro de intención de los ingleses. Y tiene más sentido porque el futuro del indicativo es en realidad una manifestación de dominio del futuro (¿cómo podemos asegurar lo que pasará después?) algo que está fuera de nuestras posibilidades. En cambio, "voy a salir" es una expresión de deseos que, en definitiva, es lo más que podemos decir sobre lo que vendrá.
En las oraciones condicionales aparece un potencial reemplazando al ya algo arcaico pero hermoso subjuntivo. "Si yo tuviera..." es cambiado a "si yo tendría...", "si yo pudiera..." cae ante el "si yo tendría...". El uso nos dejará sin subjuntivo y estaremos perdiendo para siempre una perla de nuestro hermoso idioma original.
"La casa de Juan" es suplantada por "lo de Juan", o lo que es peor, "voy a casa de Juan" no es solamente sustituida por "voy a lo de Juan" sino, lo que lesiona más el buen gusto, por "voy de Juan", maravilla de la capacidad de síntesis.
El dequeísmo (colocar un "de" donde nadie lo necesita) hace que digamos "me dijo de que vendría" por "me dijo que vendría".
Y esto no termina aquí, no... Porque en cualquier momento vendremos con una tercera nota que trate de aclarar al mundo (y a los vecinos de otras provincias argentinas), cómo hablamos por este país sudamericano (¿o suramericano?) luego de varios siglos de mezcla de palabras de diferente origen, con diferente grafía, con diferente sonido... Pero va a estar bueno.
Pasala bien, vos.
Prof. Daniel Aníbal Galatro
Esquel - Chubut - Argentina
Abril de 2014
danielgalatro@gmail.com
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