Esa esencia "está en sus cuentos y aún en sus ensayos. Es ese latir dentro de la prosa que la hace tan peculiar", afirmó al término del coloquio "Borges Poeta", en la Universidad de Leipzig. "Ahora los escritores escriben como se habla y muchas veces no ponen atención en ese ritmo por el cual uno puede reconocerlos cuando lee sus textos porque los siente en el cuerpo, como si fueran su propia respiración", aseveró Kodama.
Para Kodama, son los lectores y estudiosos de la obra de Borges (1899-1986) los que tiene la necesidad de dividir y clasificar en géneros. "Pero si Borges hubiera comenzado pensando todo esto no hubiera escrito una letra, hubiera dejado de hacer", afirmó. "Su literatura ha despertado y despierta gran interés justamente porque escapa a esa clasificación, hay algo como una corriente subterránea que se va expandiendo y toca otras cosas dentro de nosotros que van más allá de lo intelectual", explica la viuda de Borges.
"En casa lo veía trabajar en los ensayos y en los poemas a la vez", intervenía Kodama cuando los catedráticos se trenzaban en un intento por definir los estadios de su trabajo creativo, inmersos en cuestiones como la autotraslación o la reiteración en su escritura.
"Borges me preguntaba ’¿Para qué estudias?’; yo ponía mis peros y el insistía diciéndome ’Pero ves las teorías; no; tenés que leer las obras. Es lo único que importa’", sonrió ante el recuerdo. Kodama, recibida en Letras, comentó que fueron años de lucha con él, porque pensaba que era absurdo todo eso. "Es como si yo tuviera por la vida, por el azar, el doble registro: por un lado, todo lo que ellos hacen (los académicos) y el esfuerzo que eso significa; y, por otro, lo que presencié y de qué modo surgía eso que para mí era lo cotidiano", añadió.
Kodama definió la poesía de Borges como "algo perfecto estéticamente con una gran riqueza, que supera su formación literaria".
"Hay que ver su biblioteca, donde la mayor parte son libros de filosofía, historia de las religiones y ciencia -describió- Para él esa fue la base, la materia prima con la que trabajó toda su literatura, y que lo marcó para siempre".
El aporte de la filosofía
"Por el padre llegó a la filosofía, pero la literatura fue cosa de su abuela inglesa y lo mismo, la religión; era Fanny Haslam la que le recitaba de memoria versículos enteros de la Biblia", repasó.
Y se le ocurrió algo ahí mismo, quizá influenciada por esos cuatro días de reflexión académica en el claustro alemán: "digo que si alguna vez tuviera tiempo, mi vida es muy complicada, haría todo un trabajo sobre la influencia de su abuela en su literatura". "El la adoraba (...), una muchacha joven criada en Londres que viajó sola hasta Entre Ríos donde conoció al coronel Borges, con quien se fue a la frontera donde vivió con el indio", relató. Borges contaba que en esa época -primeras décadas del 1800- su abuela salía a caballo con una pistola de empuñadura de nácar para defenderse. Muchas de sus historias tienen que ver con eso; ella le contó parte de ’El guerrero y la cautiva’", dijo. (Télam).
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/
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