Con autorización del autor José Martínez y Editorial Océano, Difunet presenta un adelanto con fragmentos del libro.
MISTER FORBES
Un poder sin fronteras
En el mundo sólo existen 1,210 personas con fortunas de más de 1,000 millones de dólares. En la cima se encuentra Carlos Slim Helú, un empresario mexicano que obtiene ganancias diarias por 30 millones de dólares, según las más importantes publicaciones de finanzas y negocios. De esta forma no sólo es el más rico, sino uno de los hombres más influyentes del planeta.
Ningún millonario ha sido tan mediático como Carlos Slim. Su fama y su poder han trascendido fronteras, por eso en Estados Unidos y algunos países de Europa se refieren a él como el Tycoon mayor, otros le llaman el Sell México, otros el Mainstream, pero una gran mayoría se refiere a este influyente magnate como el rey Midas.
En Japón, donde Slim es visto como un ejemplo, se refieren al magnate como el Taikun —una persona extremadamente rica y poderosa— que significa gran señor. De ahí que los estadunidenses se refieran a él como Tycoon mayor. En Rusia, a Slim se le considera oligarca de negocios, término como se conoce, en ese país, a los ricos y poderosos. En los países anglosajones es visto como un Mainstream, un empresario dominante; en Estados Unidos algunos lo han definido como un Sell por su influencia en el mercado bursátil. En el argot de las bolsas de valores hay una frase muy popular que dice Sell in May and go away, que sugiere vender en mayo y permanecer fuera del mercado hasta octubre.
En 1992 fue la primera vez que Carlos Slim apareció en el selecto grupo de los hombres más ricos del mundo. Tenía entonces cincuenta y un años de edad. Sin embargo, mucho antes que la revista Forbes lo incluyera en esa lista, el diario The Wall Street Journal y la revista Fortune ya se ocupaban de él. En 2010 fue coronado por Forbes como el más rico del mundo. En 2011 su fortuna alcanzó, según la misma revista, los 74,000 millones de dólares, nuevamente seguido por Bill Gates y Warren Buffett.
Según los expertos, la fortuna de Carlos Slim se disparó gracias al alza de 26.5% que registraron las acciones de América Móvil, donde el magnate tiene una participación de 33%. Considerada la empresa de telefonía móvil más grande de América Latina, cuenta con una base de 260 millones de clientes, de los cuales 212 millones son suscriptores de telefonía celular, 28 millones de líneas fijas, 12 millones con accesos a banda ancha y casi 9 millones con servicios de televisión de paga. América Móvil se consolidó en América Latina al contar con una red de fibra óptica de 290 mil kilómetros, lo que también la convierte en la corporación con mayor infraestructura de telecomunicaciones del mundo.
Su poder y su influencia están en todas partes. De acuerdo a documentos de la Securities and Exchange Commission, del gobierno de Estados Unidos, posee a título personal 8.2% de las acciones preferenciales, con derecho a voto, de AT&T, la mayor compañía de telecomunicaciones del mundo, cuyas ventas globales ascienden a alrededor de 125,000 millones de dólares anuales. Posee, además, 10% de las acciones preferenciales en la cadena Saks y más del 10% de las acciones ordinarias, sin derecho a voto, del periódico The New York Times.
Por si eso no fuera suficiente, Slim compró 58.7 millones de acciones ordinarias que representan el 2% de BlackRock, uno de los titanes de las finanzas internacionales por un monto de 10,000 millones de dólares. Esta compañía es quizá la principal institución financiera en manejo de fondos de inversión de alto riesgo de todo el mundo. Para dar una idea de los activos de BlackRock (incluyendo bancos, fondos de inversión y corporaciones) éstos representan más del 100% del Producto Interno Bruto de China o bien once veces más que el de México.
Pero, ¿qué significado tiene que Slim adquiriera activos en una firma como BlackRock?, pregunta el investigador Omar Rodrigo Escamilla Haro, especialista en integración regional entre México y Estados Unidos. De acuerdo con el especialista, Slim realizó dos movimientos en el mercado financiero. El primero, cuando anunció la escisión de los activos inmobiliarios y mineros del Grupo Carso para crear dos nuevas empresas: Inmuebles Carso y Minera Frisco. El segundo, y quizá el más impresionante, cuando Inmobiliaria Carso compró el 2% del BlackRock Group.
Este consorcio fue creado en 1998 por Roger Altman, exsubsecretario del Departamento del Tesoro estadunidense durante el gobierno de Bill Clinton y uno de los principales promotores de la eliminación de la ley Glass- Steagall o Banking Act, que impedía el crecimiento de los activos financieros estadunidenses. Entre los mayores accionistas propietarios de BlackRock, se encuentran Bank of America, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley y el Citigroup.
Lo sorprendente es que se trata de los bancos que, de acuerdo con Simon Johnson, economista y ex funcionario del Fondo Monetario Internacional y James Kwak, exconsultor de McKinsley & Co, son los responsables del cataclismo económico de 2007-2008. Incluso, algunas de estas entidades continúan bajo investigación federal del gobierno estadunidense por malversación de fondos del Programa de Alivio de Activos en Problemas, que ese país desarrollara para reactivar su sistema financiero.
Pero hay elementos importantes que pueden ayudarnos a entender la adquisición de Slim del 2% de BlackRock y éstos son los activos (acciones ordinarias y preferenciales) que dicha firma posee en cuatro de las diez empresas mineras más importantes de América Latina, las cuales aportaron, en 2009, más de tres cuartas partes de los 63,600 millones de dólares generados por las diez empresas en conjunto.
La lista está integrada por algunos de los minerales más importantes y apoyada en datos de la Securities and Exchange Commission del gobierno de Estados Unidos, de acuerdo a reportes del año 2010: Existen dos aspectos relevantes para entender la compra de acciones de Slim en BlackRock. El primero tiene que ver con el incremento de 41% de las ganancias de Grupo Carso respecto del año anterior, impulsado mayoritariamente por sus negocios mineros e inmobiliarios; y el segundo se relaciona con la inversión de 4 mil 500 millones de pesos que Grupo Carso anunciara antes en las minas de San Francisco del Oro y la mina La Concheña, en Ocampo, Chihuahua.
Sin embargo, la asociación entre los dos gigantes no es nueva. Cuando llevó a cabo su restructuración, parte de los 25,000 millones de dólares que costó adquirir las acciones de Carso Global Telecoms —controlador de Telmex y Telmex Internacional— tuvieron origen en la venta de 19 millones 877 mil 633 acciones, valuadas en 1,060 millones de dólares que BlackRock adquirió de América Móvil.
* José Martínez M., periodista y escritor, es autor, entre otros de los libros Las enseñanzas del profesor. Indagación de Carlos Hank González. Lecciones de poder, impunidad y corrupción; La Maestra. Vida y hechos de Elba Esther Gordillo y Carlos Slim. Retrato inédito.
Cortesía para RazonEs de SER
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