SÓLO A LOS ARBOLES QUE DAN FRUTOS...- Reflexión desde México


La cuenta regresiva ha comenzado, las compras de pánico como lo versa un eslogan de una de esas tiendas departamentales tan asiduas por quienes se parten la espalda para pagar los dichosos abonos chiquitos o los 12 meses sin intereses, están hoy más de locura por un solo motivo: las ¡clausuras escolares!

Los maestros estamos vueltos locos porque nuestro trabajo se ha acumulado, la documentación final está en nuestros escritorios y el acoso de los padres que exigen reposición de los días de plantón nos hace más pesada la jornada.

Pero, ¿a qué se debe esta desesperación? ¿Por qué ya no queremos l@s maestr@s estar en nuestras escuelas y comunidades?

Algunos argumentamos que tenemos que ir a estudiar para terminar la UPN, la Maestría, la Normal Superior o la Especialidad, sin ponernos a analizar lo que dejamos atrás en las aulas con los niños que trabajamos durante este ciclo que estamos por culminar, sobre todo si antepuse mi interés por cambiarme de escuela, zona, región o nivel.

Estamos tan preocupados por estar ya disfrutando de las vacaciones, que no consideramos que este en verdad será un verano peligroso, puesto que si hemos puesto oídos sordos a los sucesos ocurridos a fines del mes de Mayo, donde Elba Esther Gordillo Morales asestó un nuevo golpe a los trabajadores que supuestamente representa, al firmar las modificaciones al programa carrera magisterial (poniendo énfasis que el 60% de los puntos ganados en ésta, serán los resultados de la prueba ENLACE) y la evaluación universal como elemento para la valoración del desempeño profesional y por ende la eficacia de los maestros en servicio, marcando a nuestro futuro como trabajadores incierto y desolador.

¿Qué está pasando con las nuevas generaciones de maestr@s que hoy ingresan al servicio? ¿No se dan cuenta que la nueva ley del ISSSTE y la ACE los volverá esclavos y reproductores del sistema capitalista neoliberal que lo único que les interesa es la explotación y la acumulación de riquezas en manos de unos cuantos mientras millones mueren de hambre? ¿Será que son el resultado de nuestros errores y desaciertos como movimiento?

Hoy me siento realmente triste, pues en la escuelita y zona escolar donde hemos puesto nuestros esfuerzos y esperanzas de cambio, la mayoría estamos más preocupados en cuestiones banales y en llegar al final de un ciclo más, que en proyectarnos al futuro como un equipo comprometido con la comunidad, la gente, los Niños y con el rescate de nuestra materia de trabajo: ¡La Educación Pública!
Son muchos los ataques que los medios de comunicación oficiales, nos hacen y ensombrecen el camino coartando las ilusiones por retomar la figura que el Maestro tenía en las comunidades, pero sin duda es la denostación que el mism@ maestr@ hace de sus compañer@s, la que nos llevará a un inevitable abismo.

Hace unos días en la escuela observé como un puñado de chic@s estaban alrededor de un árbol intentando bajar de él esas pequeñas pero deliciosas bolitas de capulín, un@s se colgaban de sus ramas hasta romperlas, otr@s arrojaban piedras para que cayera la fruta; luego de unos minutos se fueron con las manos llenas y sonriendo por haber conseguido lo que esperaban. Me quedé mirando al árbol lastimado, con las ramas rotas, las hojas tiradas en el suelo y sangrando del tronco la sabia que le arrancaron los piedrazos, me sentí tan mal que mis lagrimas se asomaron porque lo mismo sucede con much@s maestr@s que al querer un cambio verdadero en sus escuelas, comunidades y en este País que se desmorona cada día, son tratados así; solo pude evitar llorar por el susurro del viento que decía: “Sólo a los Árboles que dan Fruto, se les apedrea y hostiga”.

En no más de tres semanas el ciclo escolar 2010-2011 llegará a su fin y con ello se cerrará un año más sin tener una convicción y visión clara que nos lleve a lo que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) desde hace más de 30 años ha propugnado: la democratización del SNTE, la Educación y el País. Es hora de elevar el debate, aclarar nuestras diferencias, unir nuestras fuerzas y ponernos a trabajar en serio, por una verdadera Educación Alternativa

"Un amigo es como la sangre, que acude a la herida sin que la llamen"

Enviado por Juan Lopez García

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