La lucidez de un hombre comprometido.
por PEDRO GARCÍA CUETO
Andrés Sorel tiene una larga carrera como novelista, también ha cultivado el ensayo, pero siempre ha demostrado su compromiso con las ideas progresistas, defendiendo los derechos del ser humano, los valores que tienen que ver con el hombre, su presencia en el mundo, lejos de los engranajes del poder que han mermado nuestra sociedad irreversiblemente.
Sorel no esconde el deseo de denunciar y sí ama la verdad que hay en el lenguaje, lejos de las palabras pervertidas por el poder y por el cinismo de los que nos llaman ciudadanos.
Ahora acaba de publicar Las guerras de Artemisa en la editorial El Olivo Azul, una novela que ahonda en el conflicto de España con Cuba, en la figura del general Valeriano Weyler y en lo que se llamó los campos de reconcentración, donde el tiránico general impuso su poder a sangre y fuego. La novela no olvida la mirada de otros seres, como la de Manuel Ciges Aparicio, un hombre íntegro, un intelectual que sufrió la censura y la condena de los tiranos por denunciar los abusos de Weyler en Cuba.
No hay que olvidar las descripciones que hace Sorel sobre Cuba, maravilloso lugar al que el escritor segoviano, enamorado de sus gentes, de su aroma, de su vida que destila por los poros la autenticidad de un mundo sin caprichos, donde el mayor placer es el trato con los demás, lejos de nuestras pasiones por el consumismo atroz en que nos movemos. En Cuba, la carencia de las cosas no necesarias agudiza la necesidad de enfrentar la verdad al otro, lejos de apariencias y de materialismos.
Fuente: blog de Andrés Sorel
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