Por Donato Spaccavento
El desarrollo humano tiene cinco componentes estrechamente ligados: salud, educación, crecimiento económico, un ambiente inocuo y sano y toda una gama de libertades para las personas entre ellas la democracia y los derechos humanos.
Elevar el bienestar del conjunto de la sociedad es su objetivo pero los pueblos no pueden aspirar a aumentarlo en corto plazo ya que están en directa relación con la elevación de la productividad.
La conquista de los objetivos de crecimiento y equidad debe ser el objetivo esencial tanto de la política económica como de la política social.
Evidentemente existen intereses contrapuestos en toda la sociedad por lo tanto es necesaria la convicción de los actores sociales en crear escenarios de negociación y consensos sobre una mayor equidad y la consiguiente superación de la pobreza, esta no solo beneficia a los más pobres sino a toda la sociedad.
Según la O.P.S. en 1991, la salud en el desarrollo implica ¨reducir las desigualdades sociales entre la salud, reducir el impacto de la crisis, conformar programas integrales de bienestar social, mejoramiento de las condiciones de vida y de la salud de las grandes mayorías, y transformar los sistemas de salud sobre la base de un mayor énfasis en la participación popular en las acciones de la PS y prevención y control de daños y riesgos, así como de una mayor participación ciudadana organizada¨.
El Estado puede mejorar de manera importante y eficaz la calidad de vida de la población a través de una de las vías más efectivas, relacionada con la prestación de los servicios públicos domiciliarios, en particular: agua potable, alcantarillado, tratamiento de aguas residuales, recolección y tratamiento de residuos sólidos, drenaje urbano, etc.
La reorientación de los servicios sanitarios son esenciales para que el estado pueda cumplir con sumisión, la responsabilidad frente a la P.S. por parte de las instituciones y servicios sanitarios la comparten los individuos particulares, los grupos comunitarios los profesionales de la salud y los gobiernos.
el sector sanitario debe jugar un papel cada vez mayor en la P.S. de forma tal que trascienda la mera responsabilidad de proporcionar servicios clínicos y médicos. dichos servicios deben tomar una nueva orientación que sea sensible a las necesidades culturales de los individuos y la respeten y debe crear las vías de comunicación entre el sector sanitario y los sectores sociales, políticos y económicos.
la reorientación de los servicios sanitarios exige que se preste mayor atención a la investigación sanitaria así como a los cambios en la educación y en la formación profesional.
La exclusión es un término complejo y relativo.
La exclusión social se ha convertido en un tema prioritario y de preocupación social en el mundo en que vivimos. En gran medida se pueden asimilar los excluidos con los pobres, porque ser pobre, hoy en día es ser excluido, sin embargo a la pobreza definirla en términos puramente económicos es imposible. En el nuevo contexto económico los pobres no son solo los que carecen de los necesario sino también los que no son tomados en cuenta a la hora de organizar la sociedad y de tomar decisiones sociales y políticas que han de incidir en su vida y en su muerte.
La pobreza es a menudo producto de la marginación, la exclusión social o el aislamiento geográfico y el crecimiento y desarrollo marginan a los campesinos que viven en zonas remotas, a las poblaciones indígenas, a las minorías étnicas y a los campesinos sin tierras y a las mujeres y jóvenes de estas categorías.
El modelo de intercambio con el que la sociedad se vincula respecto a lo que ocurre en la política, la cultura o, en el conjunto de la vida social, se asemeja al que se presenta en las grandes acciones del mercado. El discurso del mercado no logra integrar todos los sectores de la sociedad, por el contrario es un discurso de exclusión del que surgen las subculturas, las pandillas o las etnias locales con identidades determinadas que no se integran al resto de la sociedad.
Tener un nivel de dignidad aceptable para vivir adecuadamente es lo que permite a la gente vivir en sociedad. hoy el gran problema es que hay gente que permanece al margen de todo el intercambio social y de la gestión social; lo fundamental es que las personas sean incluidas en la vida social, con el fin de tener una sociedad más justa, más equitativa e igualitaria, donde el respeto por los derechos humanos sea considerado meta social indispensable.
El desarrollo económico es una condición fundamental pero no suficiente, para promover una mejor calidad de vida, superar la pobreza y eliminar la discriminación y exclusión social, se requiere además que dicho crecimiento se oriente a promover el desarrollo económico, con equidad y justicia social.
Se podría sintetizar la situación de los excluidos en los siguientes niveles:
• En el plano técnico económico, son los que se ubican en los sectores económicamente débiles o al margen de la transformación tecnológica. Se caracterizan porque tienen una productividad muy baja, por la falta de calificación tecnológica; así como por los bajísimos sueldos que reciben y por los trabajos que realizan.
• En el campo social y político los excluidos son las personas sin protección social, sin acceso a una vivienda digna ni a un trabajo estable. Son personas cuyo derecho a la justicia y a la dignidad humana no es reconocido.
• En el nivel cultural la exclusión tiene formas diversas y todas de grandes consecuencias: la exclusión en el saber, en la información, en el derecho a la palabra, o en el derecho de vivir según su cultura.
• Con frecuencia la exclusión se ubica en los dos extremos más frágiles y más vulnerables de la vida, los niños y los ancianos. El mercado los excluye porque económicamente no pueden valerse por sí mismos desde el punto de vista racial hay una estrecha relación entre la exclusión y el color de la piel o el origen étnico.
• También hay un vínculo muy estrecho entre la exclusión y el género . Las mujeres forman el grupo excluido más numeroso del mundo. En el sistema neoliberal que vivimos durante los 90' la pobreza se feminizó cada día más, igual que en los países industrializados. de hecho las madres solteras, las mujeres solas, las esposas separadas o divorciadas, las viudas, inmigrantes, prostitutas, trabajadoras domesticas son las que viven en una gran pobreza y exclusión (O.E.A).
El concepto de exclusión, resalta la ausencia y escasez de oportunidades que sufren los grupos sociales mas débiles de los países mas pobres. por su escases de recursos, baja productividad y poca calificación tecnológica, los pobres son excluidos de las actividades más innovadoras, más dinámicas y por lo tanto más rentables. Hoy aparece como un factor primordial d exclusión el acceso a la información, el conocimiento es ahora la nueva fuente de poder, la posibilidad de establecer relaciones, de ser parte de una cultura y de una sociedad, la globalización con la flexibilidad económica que de esta deviene permite que el sistema en general conecte todo lo que sea valioso de acuerdo con los valores e intereses reinantes, en tacto que se desconecta todo lo que no sea valioso o lo que ha llegado a devaluarse. Esta capacidad simultánea para incluir y excluir a las personas, de los territorios y las actividades caracteriza a la nueva economía mundial, tal como está constituida en la era de la información, y las bases organizativas de esa capacidad son las redes de intercambio sustentadas en la tecnología y en la información.
Vivimos en una ciudad donde existen diferencias abismales en la información. La falta de oportunidades se origina ahora, de una manera importante y preocupantes por la información, siendo uno de los factores mas difícil de evitar entre los países. El estado tiene una responsabilidad irrenunciable e ineludible sobre la cuestión social, porque si los servicios privados tienen la responsabilidad y la obligación de preocuparse por los asuntos sociales, el Estado tiene que encontrar su propio lugar, no puede renunciar a la acción prioritaria en temas sociales. El proceso de sociabilización de los excluidos se desarrolla en general en entornos no saludables dominados por la violencia familiar y el maltrato infantil.
El Estado debe tener políticas activas para restablecer entornos de sociabilización solidarios, participativos y equitativos ya que su ausencia es la base de la inseguridad y de la violencia social.
(concluirá)
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